La reforma
energética que pretende implantar el gobierno impiden que se acometan las inversiones necesarias para la
competitividad, y garantizar el futuro de Ence, por otra parte se deriva a la
empresa a una situación muy complicada, primero con el impuesto sobre la
producción de la energía eléctrica de la Ley 15/2012, y después con las demás
reformas del sector energético.
Estas últimas
reformas, aplicadas con carácter retroactivo al 14 de Julio de 2013, ponen en
riesgo las inversiones programadas por el Grupo.
Por si esto no
fuera suficiente ahora se pretende asfixiar a la empresa eliminando la prima
por producir energía con la lignina de la madera; considerada hasta ahora, como
biomasa. La lignina es biomasa, como
recoge la directiva 2009/28/CE de Fomento de Uso de Energías Renovables; sin
embargo, el borrador del Orden Ministerial pretende tratarla como un residuo y
sin valor; valor que sí se le da en países como Portugal, Francia, Italia,
Reino Unido, Escandinavia y Alemania; con los que tenemos que competir con la
madera y la celulosa, y que de esta forma estamos en clara desventaja.
La madera, se
compone a partes iguales de celulosa, lignina (también llamado licor negro), y
agua. El proceso de fábrica consiste en separar la celulosa de la lignina; la
primera para, después de blanqueada, prepararla para pasta de papel, y la
segunda, como combustible para generar vapor y electricidad.
No es de recibo, además de discriminatorio,
que se subvencione la cogeneración con purines y con gas, este último, un
combustible fósil y de importación, y no
así el licor negro, combustible autóctono
y renovable.
Esta última
medida, pone en riesgo la viabilidad de la empresa, y por ello, el empleo
directo e inducido que el Grupo Ence genera en la provincia y provincias
colindantes, así como a todo el sector forestal. Porque, gracias al valor
energético que tiene la lignina, se generan unas rentas muy importantes en el
sector forestal, fundamentales para la creación y el sostenimiento del empleo
rural. Las consecuencias para las rentas rurales que
va a tener la reforma en el mercado de la madera serán devastadoras: su consumo
desaparecerá y provocará la eliminación de cerca de 1.000 empleos en empresas
forestales, a la vez que privará de importantes rentas forestales a
ayuntamientos y particulares
En los
próximos días, este Comité de Empresa solicitará entrevistas con los
responsables políticos tanto gubernamentales como de la Administración Andaluza
para que entre todos hagamos entender al Ministerio de Industria, Energía y
Turismo, que por un afán excesivamente recaudatorio, puede llevarse por delante
a todo el sector de la celulosa, energías renovables y también forestal, siendo
este resultado más traumático y menos recaudatorio.
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