“Las mujeres hoy en nuestro país tenemos un nivel de formación muy importante, prácticamente el 59% de los titulados universitarios son mujeres, tenemos menos hijos que nunca, pero desgraciadamente esto no se ve reflejado con mejores y mayores oportunidades desde el punto de vista laboral.
Sin embargo, a las mujeres en nuestro país se las contrata menos, si se las contrata es a través de contratos de más corta duración y siguen soportando alarmantes desigualdades retributivas”.
La Secretaria para la Igualdad de UGT, Almudena Fontecha, ha realizado estas declaraciones durante la presentación del informe “Situación laboral de las mujeres” con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, donde ha subrayado que “es fundamental tomar decisiones que hagan posible que esta crisis no se salde con mayores niveles de desigualdad” y “si queremos contribuir al cambio de modelo productivo, este cambio no puede dejar al margen la igualdad de oportunidades, y desde luego deberá contar con la participación activa de las mujeres de nuestro país”.
Fontecha ha explicado que, aunque en un principio se han observado los efectos de la crisis, en términos de desempleo, como algo que afectaba solo a los trabajadores varones, duramente castigados por la pérdida de empleo, sobre todo en el sector de la construcción, no es cierto que las mujeres estaban soportando mejor la crisis. “Esta especie de espejismo se ha venido abajo porque, como era de prever, detrás del sector de la construcción, aunque a un ritmo más lento, se han ido incorporando otros muchos sectores, castigando de una forma muy dura también al empleo femenino”.
“La igualdad debería ser un bien común para la sociedad”, ha señalado, por ello “hay que hacer una reflexión sobre cuáles deben ser las políticas dirigidas sobre todo a la conciliación donde es necesario un mayor nivel de corresponsabilidad tanto pública como privada”.
“Las decisiones personales, (como retrasar la edad de maternidad o el tener menos hijos por las dificultades económicas), tienen consecuencias sociales y es necesario plantearnos cómo es posible conciliar las necesidades que tiene la sociedad con las necesidades productivas, para hacer posible que nuestro país sea más eficiente económicamente, ya que somos capaces de desaprovechar el talento y la capacidad del 50% de la población”, ha añadido.
Sin embargo, a las mujeres en nuestro país se las contrata menos, si se las contrata es a través de contratos de más corta duración y siguen soportando alarmantes desigualdades retributivas”.
La Secretaria para la Igualdad de UGT, Almudena Fontecha, ha realizado estas declaraciones durante la presentación del informe “Situación laboral de las mujeres” con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, donde ha subrayado que “es fundamental tomar decisiones que hagan posible que esta crisis no se salde con mayores niveles de desigualdad” y “si queremos contribuir al cambio de modelo productivo, este cambio no puede dejar al margen la igualdad de oportunidades, y desde luego deberá contar con la participación activa de las mujeres de nuestro país”.
Fontecha ha explicado que, aunque en un principio se han observado los efectos de la crisis, en términos de desempleo, como algo que afectaba solo a los trabajadores varones, duramente castigados por la pérdida de empleo, sobre todo en el sector de la construcción, no es cierto que las mujeres estaban soportando mejor la crisis. “Esta especie de espejismo se ha venido abajo porque, como era de prever, detrás del sector de la construcción, aunque a un ritmo más lento, se han ido incorporando otros muchos sectores, castigando de una forma muy dura también al empleo femenino”.
“La igualdad debería ser un bien común para la sociedad”, ha señalado, por ello “hay que hacer una reflexión sobre cuáles deben ser las políticas dirigidas sobre todo a la conciliación donde es necesario un mayor nivel de corresponsabilidad tanto pública como privada”.
“Las decisiones personales, (como retrasar la edad de maternidad o el tener menos hijos por las dificultades económicas), tienen consecuencias sociales y es necesario plantearnos cómo es posible conciliar las necesidades que tiene la sociedad con las necesidades productivas, para hacer posible que nuestro país sea más eficiente económicamente, ya que somos capaces de desaprovechar el talento y la capacidad del 50% de la población”, ha añadido.