En el día de hoy se ha celebrado el tan esperado juicio por el Acuerdo del ERTE. A las 9´00h, con escrupulosa puntualidad, se sentaron los abogados de las tres fuerzas sindicales demandantes y el de la empresa, a ambos lados de la Señora Majistrada.
El Juicio comienza con las exposiciones de los diferentes abogados, comenzando con el de la empresa (que en este caso, como en los juicios anteriores fallidos de esta causa, venía de Madrid). Lo primero que hizo el letrado fue diferenciar el documento del Acuerdo del ERTE (también llamado Pre-acuerdo) de dos documentos adicionales que eran el de las condiciones del ERTE y el concerniente al Convenio Colectivo, aclarando que ambos no deben verse afectados por el presente pleito. Siguió con que en el acuerdo no había mención expresa de que no se pudieran echar horas durante la regulación de empleo; que tampoco en dicho acuerdo se firmó nada respecto a la formación que debía recibir el personal previo a la reestructuración; que las inversiones no se concretaban en documento firmado alguno, aunque la empresa sí presentó un listado de inversiones para realizar en un plazo de “digamos” 3 años, pero que no hay problema porque ya se ha realizado más del 80% de las inversiones, etc, etc. Como guinda dejó caer que el actual pleito no debía ser tratado como conflicto colectivo sino como impugnación de convenio (circunstancia que ya contemplaba nuestro abogado en sus deliberaciones). Cabe destacar también que reconoció que el único incumplimiento puede ser las 7 prejubilaciones del 2009 que no se hicieron, pero que ese tema debía ser resuelto como demandas particulares de las personas que tenían que haberse ido.
Los demás abogados dijeron lo suyo, aportaron las pruebas que estimaron.
Llegó el turno de los testigos y CCOO fue el único que llevaba uno, pero fue testimonio nulo por tratarse de un miembro del Comité (parte demandante).
Luego vino el testigo de la empresa, Antonio Conde. Le pasan un taco de facturas y pedidos para que diga si corresponden a las inversiones comprometidas aunque no firmadas en el acuerdo, tras 3 segundos de minuciosa inspección dice que sí (posteriormente le preguntaron cuales son las inversiones y no recuerda apenas ninguna). Lo cierto es que nuestro abogado lo puso contra las cuerdas en varias ocasiones. Hoy en día seguimos flipando con las medias verdades, las verdades relativas, el maquillaje de verdades y las verdades a las que se les da la vuelta como a un calcetín, que se dicen bajo juramento.
Finalmente visto para sentencia. Nosotros salimos satisfechos de cómo había transcurrido la cosa, nuestro abogado también, el resultado dentro de 3 ó 4 semanas.
El Juicio comienza con las exposiciones de los diferentes abogados, comenzando con el de la empresa (que en este caso, como en los juicios anteriores fallidos de esta causa, venía de Madrid). Lo primero que hizo el letrado fue diferenciar el documento del Acuerdo del ERTE (también llamado Pre-acuerdo) de dos documentos adicionales que eran el de las condiciones del ERTE y el concerniente al Convenio Colectivo, aclarando que ambos no deben verse afectados por el presente pleito. Siguió con que en el acuerdo no había mención expresa de que no se pudieran echar horas durante la regulación de empleo; que tampoco en dicho acuerdo se firmó nada respecto a la formación que debía recibir el personal previo a la reestructuración; que las inversiones no se concretaban en documento firmado alguno, aunque la empresa sí presentó un listado de inversiones para realizar en un plazo de “digamos” 3 años, pero que no hay problema porque ya se ha realizado más del 80% de las inversiones, etc, etc. Como guinda dejó caer que el actual pleito no debía ser tratado como conflicto colectivo sino como impugnación de convenio (circunstancia que ya contemplaba nuestro abogado en sus deliberaciones). Cabe destacar también que reconoció que el único incumplimiento puede ser las 7 prejubilaciones del 2009 que no se hicieron, pero que ese tema debía ser resuelto como demandas particulares de las personas que tenían que haberse ido.
Los demás abogados dijeron lo suyo, aportaron las pruebas que estimaron.
Llegó el turno de los testigos y CCOO fue el único que llevaba uno, pero fue testimonio nulo por tratarse de un miembro del Comité (parte demandante).
Luego vino el testigo de la empresa, Antonio Conde. Le pasan un taco de facturas y pedidos para que diga si corresponden a las inversiones comprometidas aunque no firmadas en el acuerdo, tras 3 segundos de minuciosa inspección dice que sí (posteriormente le preguntaron cuales son las inversiones y no recuerda apenas ninguna). Lo cierto es que nuestro abogado lo puso contra las cuerdas en varias ocasiones. Hoy en día seguimos flipando con las medias verdades, las verdades relativas, el maquillaje de verdades y las verdades a las que se les da la vuelta como a un calcetín, que se dicen bajo juramento.
Finalmente visto para sentencia. Nosotros salimos satisfechos de cómo había transcurrido la cosa, nuestro abogado también, el resultado dentro de 3 ó 4 semanas.
1 comentario:
Tengo entendido que las prejubilaciones que no se estan haciendo son por que ENCE no cumple los acuerdos economicos pactados del 80 % bruto....??? y que piensa que amenazar con un despido (improcedente u objetivo con los acuerdos del decretazo de esta semana, le saldra mas barato).
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