Estado de confusión y desorden en que se hallaba la materia hasta el momento de la creación del cosmos.

Hay veces que alguien te dice una frase en un momento dado, y durante días sigue resonando, como un eco infinito, en el interior de tu mente, estés donde estés, hagas lo que hagas, no te deja dormir y te levantas con la misma jodida combinación de palabras, que para ti, tienen un significado devastador.
Hace unas noches se le fue el freno a un transportador del manejo de balas, vino un veterano eléctrico a remediar el mal. Tras realizar sus gestiones, en el contexto que tratamos me suelta un: “…pero como esta fábrica está abocada al caos…”. Mira que he escuchado durante estos días hablar sobre la empresa, razonamientos complejos sobre el transcurso de la parada, reflexiones de todas las bocas sobre nuestro presente y futuro, a cual más oscuro, pero nada me ha dejado paralizado como estas palabras que se quedaban enredadas en el bigote del que las pronunciaba tan ricamente y que quedaron grabadas a fuego en mi sesera.
Tratando de descongelarme, hago memoria y me acuerdo de que hace unos meses en el comité pensábamos más o menos igual, cuando con las denuncias y una huelga por delante preparamos nuestras reivindicaciones por escrito. Nos creímos que podríamos aprovechar la coyuntura y arreglar las cosas. Desde nuestro punto de vista redactamos lo que se vino a llamar el “Plan de rescate de la Factoría ENCE Huelva”. Trabajamos duro en ello, definimos tres pilares fundamentales, el mantenimiento, la seguridad y el tema del personal.
Para el mantenimiento hablamos con muchos de los que lo sufren día a día, los que manejan y conocen las carencias: nuestro personal; les preguntamos abiertamente qué necesita mantenimiento para funcionar, para que la cosa marche, qué es lo más precario, qué necesita renovarse, qué instalaciones no dan más de sí. Con ello hicimos nuestras reivindicaciones, entrando en detalle.
Para la Seguridad hablamos con muchos, de Ence y de contratas, que si la formación, que si el alumbrado, los canalillos, la limpieza, pero sobretodo la falta de mantenimiento, lo cual nos volvía a llevar al primer pilar de nuestras reivindicaciones.
Por último estaba el tema del personal, su falta de motivación por la reestructuración pasada, la falta de madera, los incumplimientos del acuerdo... Pensábamos que había mucho que hacer para modificar la forma de entender los trabajadores a la empresa, eso era decisivo para que todo se arreglase y tirase para adelante.

Dicho plan arrancaba así:

Este Plan pretende reflotar el conjunto de elementos que conforma esta factoría, tanto la maquinaria, como las instalaciones, como las personas, así como las condiciones de seguridad. Y una vez fuera del lodo, podamos contemplar el futuro con esperanza e ilusión, viviendo un presente de trabajo digno y controlado.

El presente plan parte del principio siempre básico del trabajo en equipo (bien escaso en esta factoría) y se asienta en los pilares del diálogo y la aportación de todos los que trabajamos aquí.
El fin será el asegurar las condiciones de trabajo seguro, definir las actuaciones para la continuidad, durabilidad y seguridad de equipos e instalaciones, dotando a esta factoría de los medios para que tenga una larga vida, saliendo todos beneficiados de ello. Así como garantizar las condiciones dignas de trabajo para toda la plantilla, y en particular los mandos intermedios y muchos de los técnicos.

El plan debe tener una duración de 2 años (2010 y 2011), deberá dotarse de una importante cuantía económica y con el compromiso de adaptar la producción a la ejecución de dicho plan y no al revés. La continuidad de nuestra actividad dependerá de ello.

El plan se divide en tres sub-planes diferenciados, de Seguridad, de Mantenimiento y de Personal.”


Tras las primeras reuniones con la empresa lo tuvimos claro, y en la siguiente propuesta de acuerdo redactamos esto, sabiendo que ya habíamos tocado hueso:

Mantenimiento

El comité de empresa debe vigilar el cumplimiento de las normas vigentes, en materia laboral, de Seguridad Social y empleo, así como el resto de pactos, condiciones y usos de la empresa en vigor, formulando en su caso, las acciones legales oportunas ante el empresario y los organismos o tribunales competentes. Así mismo tiene derecho de información, de opinión, de intervención en algunas decisiones empresariales y de negociación y conflicto.
Por otro lado, tal y como se recoge en el artículo 8, capítulo 3, de nuestro convenio, la organización del trabajo es facultad exclusiva de la dirección de la empresa.
Pues bien, tras varias jornadas de infructuosa negociación, tras el tratamiento de varios temas en los que no ha habido entendimiento alguno, sobretodo en el tema de mantenimiento, nos acogemos a nuestro de derecho (recogido en el art. 64.1.3 del Estatuto de los Trabajadores) de opinión, aún cuando no sea ni vinculante ni decisoria.
Hemos puesto de manifiesto muchas reivindicaciones con respecto a nuestro mantenimiento, desgraciadamente la empresa no coincide en nuestro parecer, de modo que esperaremos, aunque nos pese, que sean otros estamentos los que cuando aprecien dichas deficiencias, actúen en consecuencia. Nosotros respetaremos la facultad organizativa del trabajo que tiene la Dirección, aunque nos pese, y pasamos al tratamiento de otros temas para el avance de la negociación. Lamentamos que este tema siga creando mal ambiente entre la plantilla.
También nos consta que son muchos trabajadores de esta fábrica, que viven día a día el mantenimiento, los que intentan mejorar las cosas, y cuyas voces no se escuchan; sólo pedirles paciencia y que sigan en sus trece de evitar que esta factoría se vaya a pique.


Seguridad

Los temas de seguridad se tratarán en el Comité de Seguridad y Salud Laboral, que incrementará la frecuencia de sus reuniones a una vez al mes, en lugar de las trimestrales que marca la ley, para un mejor seguimiento de los planes de acción. La empresa tiene definidos una serie de planes, que si los cumple en forma y plazos, tendrá todo el respaldo de este Comité.


Formación

Cuando se firmó el Acuerdo del ERTE, debido al mal momento financiero de la empresa, se aprovechó para sanear la plantilla y ajustarla hasta un punto que nos parecía impensable. La reestructuración se llevó a cabo atropelladamente y el resultado fue la poca preparación de las personas afectadas. La empresa no ha considerado relevante este detalle, pero los que llegan al trabajo con la angustia de no saber qué se van a encontrar ni cómo reaccionar, los que dejan la planta echa un desastre al relevo porque no saben hacerlo mejor, el que se lleva las 8 horas operando para estabilizar la planta sabiendo que mañana se la volverán a dejar echa un caos, para ellos, decimos que sí es relevante. Nada hemos podido hacer por solucionar su frustración, confiamos que con los años consigan la experiencia suficiente como para volver a sentirse seguros con lo que llevan entre manos, y ojala que no pase nada. Lamentamos que esta situación enturbie las condiciones de trabajo de tantos compañeros y sus relaciones con los demás.”

Así fue derivando la negociación a temas meramente económicos, con alguna pincelada de otros temas, con la triste seguridad de que no hay donde rascar, que no hay opción de aportar mejoras en la estructura o forma de funcionar de los diferentes departamentos de nuestra fábrica, porque después de todo, ¿qué coño nos hemos creído?.

Me voy para la cama, que ya es hora, retumbando en mi cabeza la frasecita del caos, pensando en si lo realmente importante es una paga eléctrica o en lo que se está convirtiendo nuestro centro de trabajo, reflexionando sobre si mereció la pena intentarlo y escuchando a los Gritando en silencio:

“Este es el mensaje para los supervivientes a esta selva de metal, a esta escuela de inconscientes, donde todo el menosprecio a lo que sea diferente ha matado a las personas y ha dejado gente de mentira.
Siéntete engañado, siéntete manipulado, siente cómo hemos perdido todo por lo que lucharon. Vive como si murieras por poder morir diciendo que esto mereció la pena.
Aunque la vida se me escapa dejando un mal sabor de boca, en un segundo cabe un mundo, hay que vivirlo a quemarropa. Cada trágico final, cada cruce de miradas, cada sonrisa, cada calada en cada madrugada.
Aunque algunos ya se han ido, otros se van volviendo locos, de los que sobrevivimos cada vez somos mas pocos. Si sientes que sentir no está de moda, bienvenido, bienvenido a la oda a nuestra generación.
Mereció la pena cada sensación que maquilló este sinsentido. Mereció la pena.”

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que siempre sujete alguien la bandera, y detras de ese otro y otro.

Anónimo dijo...

El cobarde no es el que llora, es quien no lucha y no se muestra.

Anónimo dijo...

quereis dejar de tirar dardos e ir todos en el barco de los trabajadores de ence por sus derechos . gracias